domingo, 9 de octubre de 2011

THINK DIFFERENT


Steven Paul Jobs, o Steve Jobs a secas, ha muerto el pasado miércoles 5 de octubre.
Su muerte supone una gran pérdida, no sólo para los fanáticos de la tecnología, entre los cuales no me encuentro, sino para la toda la humanidad. Su legado va mucho más allá; fue sin ningún lugar a dudas una de las personas más influyentes de nuestra época.
Steven Spielberg declaro tras conocer su muerte que: “Steve Jobs fue el mayor inventor desde Thomas Edison. Puso el mundo en nuestras manos”, en efecto Jobs tuvo mucho que ver, ya sea en forma directa o indirecta, en como vemos el mundo actualmente.
Jobs siempre fue un visionario, con una fe ciega en su intuición y con una marcada tendencia a romper con lo preestablecido, con el Statu Quo; si el paradigma imperante marcaba que se debía bajar los costos haciendo computadoras más baratas para su masificación, Steve se empeñaba en crear una computadora mejor, y por ende más cara que todas las demás.
Ese afán por ir contra la corriente, “Think Different” (pensar distinto) por usar una de sus frases favoritas; así como los altos estándares de calidad que fijó para sus productos, hicieron de este empresario budista un verdadero dolor de cabeza para sus empleados, a quienes decía: “si no puedes presentarme ahora el mejor diseño, ve a hacer el mejor trabajo”. Cuentan que en 1983, cuando sus ingenieros le mostraron el prototipo definitivo del primer Macintosh, Jobs pregunto que era ese ruido que salía del interior de la máquina, los ingenieros respondieron que era el ventilador que se encargaba de refrigerar todo el sistema, Steve les dijo que la Mac debía ser totalmente silenciosa por lo que desecho el proyecto; los ingenieros tuvieron que retardar el lanzamiento de la Mac por seis meses mientras encontraban la manera de disipar el calor sin tener que usar un ventilador. Y esta es tan sólo una de las tantas anécdotas; es que para Steve lo bueno no bastaba, tenía que ser perfecto.
Su profesionalismo, su pasión por la excelencia y su obsesión por el detalle y la estética, hicieron de sus productos objetos de culto. Con diseños minimalistas, son considerados más como obras de arte que como simples gadgets electrónicos.
Steve se ha ido, pero su genialidad perdura en su obra; y ojalá que su confianza en sí mismo y sobre todo su manera de ver el mundo “Think Different”, continúen siendo fuente de inspiración para todos nosotros.

José Carlos Arismendes Robatti
09/10/2011

Discurso de Steve Jobs


Aquí les dejo la traducción del discurso que Steve Jobs dictó el 12 de junio de 2005 en la ceremonia de graduación de la Universidad de Stanford.

“Tienen que encontrar eso que aman”

Me siento honrado de estar con ustedes hoy en su ceremonia de graduación en una de las mejores universidades del mundo. Yo nunca me gradué de una universidad. La verdad sea dicha, esto es lo más cerca que he estado de una graduación. Hoy deseo contarles tres historias de mi vida. Eso es. No es gran cosa. Sólo tres historias.

La primera historia se trata de conectar los puntos

Me retiré del Reed College después de los primeros 6 meses y seguí yendo de modo intermitente otros 18 meses o más antes de renunciar de verdad.

Entonces ¿por qué me retiré?.

Comenzó antes de que yo naciera. Mi madre biológica era joven, estudiante de universidad graduada, soltera, y decidió darme en adopción. Ella creía firmemente que debía ser adoptado por estudiantes graduados. Por lo tanto, todo estaba arreglado para que apenas naciera fuera adoptado por un abogado y su esposa; salvo que cuando nací, decidieron en el último minuto que en realidad deseaban una niña. De ese modo, mis padres que estaban en lista de espera, recibieron una llamada en medio de la noche preguntándoles: “Tenemos un niño no deseado; ¿lo quieren?”. Ellos dijeron “Por supuesto”.

Posteriormente, mi madre biológica se enteró que mi madre nunca se había graduado de una universidad y que mi padre nunca se había graduado de la enseñanza media. Se negó a firmar los papeles de adopción definitivos. Sólo cambió de parecer unos meses más tarde cuando mis padres prometieron que algún día yo iría a la universidad.

Luego a los 17 años fui a la universidad. Sin embargo, ingenuamente elegí una universidad casi tan cara como Stanford y todos los ahorros de mis padres de clase obrera fueron gastados en mí matrícula. Después de 6 meses yo no era capaz de apreciar el valor de lo anterior. No tenía idea de lo que quería hacer con mi vida y no tenía idea de la manera en que la universidad me iba a ayudar a deducirlo. Y aquí estaba yo, gastando todo el dinero que mis padres habían ahorrado durante toda su vida. Así que decidí retirarme y confiar en que todo iba a resultar bien. Fue bastante aterrador en ese momento, pero mirando hacia atrás fue una de las mejores decisiones que tomé. Apenas me retiré, pude dejar de asistir a las clases obligatorias que no me interesaban y comencé a asistir irregularmente a las que se veían interesantes.

No todo fue romántico. No tenía dormitorio, dormía en el piso de los dormitorios de amigos, llevaba botellas de Coca Cola a los depósitos de 5 centavos para comprar comida y caminaba 11 kilómetros, cruzando la ciudad todos los domingos en la noche para conseguir una buena comida a la semana en el templo Hare Krishna. Me encantaba. La mayor parte de las cosas con que tropecé siguiendo mi curiosidad e intuición resultaron ser inestimables posteriormente. Les doy un ejemplo: en ese tiempo Reed College ofrecía quizás la mejor instrucción en caligrafía del país. Todos los afiches, todas las etiquetas de todos los cajones estaban bellamente escritos en caligrafía a mano en todo el campus. Debido a que me había retirado y no tenía que asistir a las clases normales, decidí tomar una clase de caligrafía para aprender. Aprendí de los tipos serif y san serif, de la variación de la cantidad de espacio entre las distintas combinaciones de letras, de lo que hace que la gran tipografía sea lo que es. Fue hermoso, histórico, artísticamente sutil de una manera en que la ciencia no logra capturar, y lo encontré fascinante.

Nada de esto tenía incluso una esperanza de aplicación práctica en mi vida. No obstante, diez años después, cuando estaba diseñando la primera computadora Macintosh, todo tuvo sentido para mí. Y todo lo diseñamos en la Mac. Fue la primera computadora con una bella tipografía. Si nunca hubiera asistido a ese único curso en la universidad, la Mac nunca habría tenido tipos múltiples o fuentes proporcionalmente espaciadas. Además, puesto que Windows sólo copió la Mac, es probable que ninguna computadora personal la tendría. Si nunca me hubiera retirado, nunca habría asistido a esa clase de caligrafía, y las computadoras personales no tendrían la maravillosa tipografía que tienen. Por supuesto era imposible conectar los puntos mirando hacia el futuro cuando estaba en la universidad. Sin embargo, fue muy, muy claro mirando hacia el pasado diez años después.

Reitero, no pueden conectar los puntos mirando hacia el futuro; solamente pueden conectarlos mirando hacia el pasado. Por lo tanto, tienen que confiar en que los puntos de alguna manera se conectarán en su futuro. Tienen que confiar en algo – su instinto, su destino, su vida, su karma, lo que sea. Esta perspectiva nunca me ha decepcionado, y ha hecho la diferencia en mi vida -.

La segunda historia es sobre amor y pérdida

Yo fui afortunado, descubrí lo que amaba hacer temprano en la vida. Woz y yo comenzamos Apple en el garage de mis padres cuando tenía 20 años. Trabajamos duro y en 10 años Apple había crecido a partir de nosotros dos en un garage, transformándose en una compañía de US$2 mil millones con más de 4.000 empleados. Recién habíamos presentado nuestra más grandiosa creación – la Macintosh – un año antes y yo recién había cumplido los 30. Y luego me despidieron. ¿Cómo te pueden despedir de una compañía que comenzaste? Bien, debido al crecimiento de Apple contratamos a alguien que pensé que era muy talentoso para dirigir la compañía conmigo, los primeros años las cosas marcharon bien. Sin embargo, nuestras visiones del futuro empezaron a desviarse y finalmente tuvimos un tropiezo. Cuando ocurrió, la Junta del Directorio lo respaldó a él. De ese modo a los 30 años estaba afuera. Y muy publicitadamente fuera. Había desaparecido aquello que había sido el centro de toda mi vida adulta, fue devastador.

Por unos cuantos meses, realmente no supe qué hacer. Sentía que había decepcionado a la generación anterior de empresarios – que había dejado caer el testimonio cuando me lo estaban pasando. Me encontré con David Packard y Bob Noyce e intenté disculparme por haberlo echado a perder tan estrepitosamente. Fue un absoluto fracaso público e incluso pensaba en alejarme del valle. No obstante, lentamente comencé a entender algo – Yo todavía amaba lo que hacía. El revés ocurrido con Apple no había cambiado eso ni un milímetro. Había sido rechazado, pero seguía enamorado. Y así decidí comenzar de nuevo.

En ese entonces no lo entendí, pero sucedió que ser despedido de Apple fue lo mejor que podía haberme pasado. La pesadez de ser exitoso fue reemplazada por la liviandad de ser un principiante otra vez, menos seguro de todo. Me liberó para entrar en uno de las etapas más creativas de mi vida. Durante los siguientes cinco años, comencé una compañía llamada NeXT, otra compañía llamada Pixar, y me enamoré de una asombrosa mujer que se convirtió en mi esposa. Pixar continuó y creó la primera película en el mundo animada por computadora, Toy Story, y ahora es el estudio de animación más exitoso a nivel mundial. En un notable giro de los hechos, Apple compró NeXT, regresé a Apple y la tecnología que desarrollamos en NeXT constituye el corazón del actual renacimiento de Apple. Además, con Laurene tenemos una maravillosa familia. Estoy muy seguro de que nada de esto habría sucedido si no me hubiesen despedido de Apple. Fue una amarga medicina, pero creo que el paciente la necesitaba.

En ocasiones la vida te golpea con un ladrillo en la cabeza. No pierdan la fe. Estoy convencido que lo único que me permitió seguir fue que yo amaba lo que hacía. Tienen que encontrar eso que aman. Y eso es tan válido para su trabajo como para sus amores. Su trabajo va a llenar gran parte de sus vidas y la única manera de sentirse realmente satisfecho es hacer aquello que creen es un gran trabajo. Y la única forma de hacer un gran trabajo es amando lo que hacen. Si todavía no lo han encontrado, sigan buscando. No se detengan. Al igual que con los asuntos del corazón, sabrán cuando lo encuentren. Y al igual que cualquier relación importante, mejora con el paso de los años. Así que sigan buscando hasta que lo encuentren. No se detengan.

La tercera historia es sobre la muerte

Cuando tenía 17 años, leí una cita que decía algo parecido a “Si vives cada día como si fuera el último, es muy probable que algún día hagas lo correcto”. A mí me impresionó y desde entonces, durante los últimos 33 años, me miro al espejo todas las mañanas y me pregunto: “Si hoy fuera en último día de mi vida, ¿querría hacer lo que estoy a punto de hacer hoy?” Y cada vez que la respuesta ha sido “No” por varios días seguidos, sé que necesito cambiar algo.

Recordar que moriré pronto constituye la herramienta más importante que he encontrado para ayudarme a decidir las grandes elecciones de mi vida. Porque casi todo – todas las expectativas externas, todo el orgullo, todo el temor a la vergüenza o al fracaso – todo eso desaparece a las puertas de la muerte, quedando solamente aquello que es realmente importante. Recordar que van a morir es la mejor manera que conozco para evitar la trampa de pensar que tienen algo que perder. Ya están desnudos. No hay ninguna razón para no seguir a su corazón.

Casi un año atrás me diagnosticaron cáncer. Me hicieron un scanner a las 7:30 de la mañana y claramente mostraba un tumor en el páncreas. Yo ni sabía lo que era el páncreas.

Los doctores me dijeron que era muy probable que fuera un tipo de cáncer incurable y que mis expectativas de vida no superarían los tres a seis meses. Mi doctor me aconsejó irme a casa y arreglar mis asuntos, que es el código médico para prepararte para la muerte.

Significa intentar decirle a tus hijos todo lo que pensabas decirles en los próximos 10 años, decirlo en unos pocos meses. Significa asegurarte que todo esté finiquitado de modo que sea lo más sencillo posible para tu familia. Significa despedirte.

Viví con ese diagnóstico todo el día. Luego al atardecer me hicieron una biopsia en que introdujeron un endoscopio por mi garganta, a través del estómago y mis intestinos, pincharon con una aguja mi páncreas y extrajeron unas pocas células del tumor. Estaba sedado, pero mi esposa, que estaba allí, me contó que cuando examinaron las células en el microscopio, los doctores empezaron a llorar porque descubrieron que era una forma muy rara de cáncer pancreático, curable con cirugía. Me operaron y ahora estoy bien.

Fue lo más cercano que he estado a la muerte y espero que sea lo más cercano por unas cuantas décadas más. Al haber vivido esa experiencia, puedo contarla con un poco más de certeza que cuando la muerte era un útil pero puramente intelectual concepto: Nadie quiere morir. Incluso la gente que quiere ir al cielo, no quiere morir para llegar allá. La muerte es el destino que todos compartimos. Nadie ha escapado de ella. Y es como debe ser porque la Muerte es muy probable que sea la mejor invención de la Vida. Es el agente de cambio de la Vida. Elimina lo viejo para dejar paso a lo nuevo. Ahora mismo, ustedes son lo nuevo, pero algún día, no muy lejano, gradualmente ustedes serán viejos y serán eliminados. Lamento ser tan trágico, pero es muy cierto.

Su tiempo tiene límite, así que no lo pierdan viviendo la vida de otra persona. No se dejen atrapar por dogmas – es decir, vivir con los resultados del pensamiento de otras personas. No permitan que el ruido de las opiniones ajenas silencie su propia voz interior. Y más importante todavía, tengan el valor de seguir su corazón e intuición, que de alguna manera ya saben lo que realmente quieren llegar a ser. Todo lo demás es secundario -.

Cuando era joven, había una asombrosa publicación llamada The Whole Earth Catalog, que era una de las biblias de mi generación. Fue creada por un tipo llamado Steward Brand no muy lejos de aquí en Menlo Park, y la creó con un toque poético. Fue a fines de los 60, antes de las computadoras personales y de la edición mediante microcomputadoras, por lo tanto, en su totalidad estaba editada usando máquinas de escribir, tijeras y cámaras polaroid. Era un tipo de Google en formato de edición económica, 35 años antes de que apareciera Google: era idealista y rebosante de hermosas herramientas y grandes conceptos.

Steward y su equipo publicaron varias ediciones del The Whole Earth Catalog, y luego cuando seguía su curso normal, publicaron la última edición. Fue a mediados de los 70 y yo tenía la edad de ustedes. En la tapa trasera de la última edición, había una fotografía de una carretera en el campo temprano en la mañana, similar a una en que estarían haciendo dedo si fueran así de aventureros. Debajo de la foto decía: “Manténganse hambrientos. Manténganse descabellados”. Fue su mensaje de despedida al finalizar.

Manténganse hambrientos. Manténganse descabellados. Siempre he deseado eso para mí. Y ahora, cuando se gradúan para empezar de nuevo, es lo que deseo para ustedes.

Permanezcan hambrientos. Permanezcan descabellados.

Muchas gracias.

jueves, 12 de agosto de 2010

AGENTES DE CAMBIO

La importancia de ser agentes de nuestro propio cambio & el efecto multiplicador de nuestros actos




“Nada cambia si nada cambia”
“Nada cambia si nadie lo hace cambiar”




Tal como dice en la foto, que tome “prestada” de un blog en la web, “nada cambia si nada cambia”; es decir que no hay cambio posible si no hacemos nosotros mismos que éste se produzca.

Esta nota no pretende ser una suerte de manual, ni mucho menos una nota de auto-ayuda, que por otra parte a los únicos que ayudan es a sus autores, que con la venta de sus libros abultan sus cuentas bancarias; sino la de ser una simple reflexión de lo que, a mi modesto modo de ver, supone tener una visión positiva frente a la vida, y por sobre toda las cosas una actitud y firme convicción a la hora de enfrentar los desafíos en nuestras vidas.

En una nota titulada “Pensamientos que nos frenan”, publicada por mi gran amigo el Dr. Norberto Borba, plantea que en aquellas sociedades en las que se promueve a que sus miembros usen sus habilidades, progresan más; y que la ausencia de confianza es un límite para el desarrollo. Tal como plantea Norberto, la confianza y la autoestima, junto con las ganas y la predisposición, son el motor fundamental para el progreso de las sociedades.

No quiere decir que tengamos una postura fantasiosa o naif frente a las cosas, ni que desconozcamos las adversidades y limitaciones que por diferentes motivos se nos presentan ante nosotros; sino que seamos consientes de que somos componentes activos de la sociedad y que como tales tenemos la capacidad de incidir en esta.

No creo que para lograr un determinado fin o meta, lo único que hace falta es que el individuo se plantee y se disponga a hacerlo, sin tener en cuenta el medio.

Pero tampoco creo que sea como plantea Vigotsky, con su “Teoría de la Interacción Social”, que el individuo interioriza lo que él llama instrumentos culturales externos al individuo, dichos instrumentos (como el lenguaje) no le pertenecen al individuo; sino que le pertenecen al grupo en el cual el individuo se desarrolla. Lo que viene a ser lo mismo que decir que el individuo es el resultado de la sociedad en la que nació y que por ende, el medio social al cual pertenece, actúa muchas veces como una suerte de freno que limita sus posibilidades.

Ni tanto ni tampoco, ni somos impermeables al medio en el cual nos desarrollamos, ni tampoco somos el simple resultado de éste.

Revellato, nos habla de la importancia de contrarrestar el “realismo fatalista” (que Freire llama “determinismo histórico”), que hace referencia a lo que yo llamo pensamientos tóxicos que contaminan la mente de los individuos, dichos pensamientos se basan en la falsa creencia de que esta todo determinado y que las cosas son de una determinada manera y que no podemos hacer nada para evitarlo.

Ser un agente de cambio supone todo lo contrario, implica cambiar de adentro hacia afuera; es decir que debemos ser capaces de forjar nuestra propia realidad, y a través de nuestros actos propiciar el cambio social.

Nosotros somos parte de la sociedad en la que vivimos, y como tales constantemente somos influenciados por ella, pero a su vez con nuestros actos influimos en ella modificándola. Con nuestras acciones producimos cambios que repercuten en el plano personal, pero también en la sociedad en general.

El cambio lo producimos nosotros mismos con nuestras acciones, acciones que inciden en los demás produciendo una suerte de efecto dominó o efecto multiplicador en donde la acción de uno repercute en el otro y a su vez en la sociedad en su conjunto.

José Carlos Arismendes Robatti
12/08/2010

jueves, 26 de noviembre de 2009

"Breve Reseña Hitórica de la Educación en el Uruguay"

"Sean los orientales tan ilustrados como valientes"
(José Gervasio Artigas 1764-1850)









Antes de comenzar con el desarrollo de esta breve reseña histórica sobre la evolución de nuestra educación, resulta menester hacer referencia a que ésta (educación) se trata de una educación “importada”; es decir que en el Uruguay, al igual que en el resto de América, las conquistas europeas fueron las responsables de producir una aculturación de América. Aculturación que en muchos casos, como el nuestro, fue total.

Una vez hecha la mencionada referencia, que a posteriori nos permitirá entender mejor a nuestra educación y sociedad en general, empezaremos diciendo que por nuestras características geográficas y principalmente geológicas (sin riquezas minerales) nuestra región tuvo un lento desarrollo. Desarrollo que sólo tuvo lugar con la fundación del puerto de Montevideo y la creciente clase media ciudadana, mayoritariamente comerciante, que propició la creación de un “sistema educacional”. Pero dicho primario “sistema educacional” era clasista y demasiado elemental, sólo se enseñaba lo imprescindible como la lectura, escritura, aritmética y religión; además encontró, en la inestabilidad política del país, un fuerte escollo que sólo le permitía actuar de manera irregular.

Alrededor de 1815 el gobierno artiguista crea, en Montevideo y Purificación, las llamadas “Escuelas de la Patria” con el objetivo de formar a los jóvenes como futuros ciudadanos republicanos. Si bien la experiencia de las “Escuelas de la Patria” fue corta, significó un radical cambio filosófico, puesto que introdujo un nuevo concepto en la educación; se pasa de una educación elitista a un nuevo modelo que promueve una educación integradora, en donde los niños de todas las clases sociales y razas aprenden juntos. En estas escuelas se pone especial énfasis en los valores de libertad, el federalismo y la república.

En 1821, en Montevideo, el propagandista inglés Thomson aplicó la metodología creada por Lancaster, consistente en utilizar a los alumnos más adelantados como “monitores” para retransmitir a los demás alumnos lo que el preceptor les había enseñado. Este sistema tenía como principal objetivo una mayor eficiencia, puesto que se suponía que un solo docente era capaz de educar a mil niños; pero en nuestro país nunca tuvo más de 100 alumnos por lo que en 1825, en parte por un magro apoyo social y una crisis económica, la “Escuela Lancasteriana” cerro sus puertas.

La llamada “Escuela Mercantil” creada en 1829, constituyó un centro de enseñanza media gratuita para la formación de futuros comerciantes y empleados de comercio.

En 1849 se crea la universidad, pero por su carácter oneroso no permitía una apertura social, además su pobre oferta curricular no estimula una afluencia importante de alumnos. Se formaban en ella a los futuros “Doctores”, una suerte de nueva casta social, que desarrollarían sus actividades en la política y la prensa principalmente. Luego, con la reforma de la universidad, se cambia dicha postura y la universidad se transforma en una herramienta que posibilita el ascenso social (recordemos la obra de Florencio Sánchez “Mi Hijo el Doctor”).

La Reforma Escolar

Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que la llamada Reforma Escolar fue un proceso que tuvo lugar a fines de 1868, con el surgimiento de la S.A.E.P (Sociedad de Amigos de la Educación Popular). Se trataba de un grupo de jóvenes intelectuales, entre los que se encontraba José Pedro Varela, que buscaban una reforma escolar inspirados en las doctrinas estadounidenses y argentinas (Horacio Mann y Domingo Sarmiento).
Después de un período de experiencias privadas, en la Escuela Modelo Elbio Fernández, José Pedro Varela se despega del S.A.E.P para llevar a cabo, con la ayuda del gobierno de facto de Latorre y más precisamente del Ministro José María Montero (amigo de Varela), sus ideas al sistema público.

El apoyo del gobierno de Latorre a Varela permitió elaborar un proyecto de ley de educación que incluía, no sólo la gratuidad de la escuela pública, sino también la obligatoriedad y laicidad de la misma. Otro aspecto destacable fue el hecho de que se busca una alta participación popular en torno a la escuela pública.

Varela asume el cargo de Inspector Nacional de Instrucción Primaria, desplegando una intensa actividad de cara a organizar y controlar un sistema educativo, que hasta ese momento era prácticamente inexistente. Con la prematura muerte de José Pedro Varela, fue su hermano Jacobo quien continuó y perfeccionó dicha actividad.

“La Escuela de Artes y Oficios”, fue una escuela de corte militar y de escasa significación para el país; su objetivo, más que el de formar a los individuos, era el de disciplinar a niños y jóvenes de mala conducta. Dicha escuela utilizaba el castigo corporal como “método pedagógico”, situación que fue denunciada por el diario El Siglo en 1886. Sólo merece la pena su mención ya que fue el punta pie inicial de lo que más adelante, de la mano de Pedro Figari, sería la enseñanza técnica.

Con respecto a la enseñanza secundaria, debemos decir que en sus comienzos tuvo como finalidad la de ser preparatoria para estudios universitarios; no se concebía cursar la misma si no se pesaba continuar los estudios. No sería hasta mucho tiempo después en donde se cambiaría el enfoque de la enseñanza secundaria.

Como ya señaláramos anteriormente, la figura de Pedro Figari, un abogado y prestigioso pintor, tuvo un papel preponderante en el surgimiento de la enseñanza técnica. Además de modelar el criterio y el ingenio del alumno, tanto como su manualidad, se preocupa por no hacer distinciones de ningún tipo.

En 1942, con la finalidad de dotar de mayor prestigio a la enseñanza técnica, se crea la “Universidad del Trabajo”; pero la estructura, orientación de los cursos y programas no varió demasiado. Por su parte las escuelas agrarias descendieron su alumnado, acorde con el despoblamiento de la campaña.

Durante la primera mitad del Siglo XX la escuela pública primaria experimentó un crecimiento notable, la matrícula de alumnos se quintuplica, llegando en 1943 a 245.000 alumnos. Recordemos que el contexto internacional (Segunda Guerra Mundial) propiciaba un auge económico, que redundó a su vez en una mejora en el sistema educativo nacional; durante este período, llamado “período de las vacas gordas”, a Uruguay se le conocía como la “Suiza de América”.

Lamentablemente esta masificación de la educación no perduraría en el tiempo puesto que escondía una grave falencia, que quedo en evidencia más adelante con el informe de la C.I.D.E & C.C.E.E (Comisión de Inversión y Desarrollo Económico, y la Comisión Coordinadora de Entes de Enseñanza), ya que llevaba a las aulas a alumnos de medios social y culturalmente pobres, sin que el sistema tuviese en cuenta dichas condiciones desfavorables para compensar las diferencias de origen con respecto a aquellos alumnos provenientes de una clase social más acomodada. Además en dicho informe se llega a la conclusión de que la enseñanza en el Uruguay no contempla la realidad en la que está inscripta, es decir que su contenido curricular no se adecua a las necesidades del país; todo ello redunda en una importante deserción escolar, en 1965 (fecha en la que tuvo lugar el informe) un 10% de la población nacional carecía de instrucción, y casi un 50% no había completado la enseñanza primaria.

Ya en 1973, en medio de una política con enfrentamientos de todo tipo, incluso dentro del mismo gobierno (Parlamento Vs. Poder Ejecutivo), se aprueba una ley de educación con la finalidad de instaurar el orden y la disciplina en el sistema educativo. Se establece el C.O.N.A.E (Consejo Nacional de Educación) el que designa a los integrantes de los tres consejos (Primaria-Secundaria-Técnica), los que adquieren un tinte autoritario.

Luego en plena dictadura el C.O.N.A.E, con el Cnel. Soto a la cabeza, “se dedica” a perseguir a los estudiantes y docentes que se opusieran al régimen. Se exigía a los estudiantes universitarios que firmaran un compromiso de no promover o realizar reuniones, repartir o aceptar volantes, vestir prendas de acuerdo a los criterios de la autoridad, denunciar a aquellos que violaran alguna de estas normas, etc. En la enseñanza media, aunque sin la firma de dicho compromiso, se aplicaron muchas de estas normas; además se exigían otras como el corte de cabello, color de medias, largo de pollera, etc.

Una vez culminada la dictadura militar, se hizo imprescindible la creación de una nueva ley de educación, acordada con todas las fuerzas políticas y sociales del país, que garantizara la libertad de pensamiento tanto de docentes como estudiantes.

Más tarde, a mediados de los 90, con la segunda presidencia del Dr. Julio María Sanguinetti, tuvo lugar la llamada “Reforma Rama” impulsada por el Prof. Germán Rama.

Con dicha reforma se expandió fuertemente la cobertura en educación inicial, se crearon las escuelas de tiempo completo, que atendían principalmente a niños provenientes de contextos socioculturalmente críticos; se introdujo la enseñanza por áreas en el siclo básico de secundaria, se crearon bachilleratos tecnológicos, y se diseñaron e instalaron nuevos centros de formación docente en el interior del país (C.E.R.P). Pero esta reforma no estuvo exenta de críticas, aunque a decir verdad nunca queda demasiado claro si lo que incomodaba eran los cambios introducidos en la reforma, o el carácter autoritario del Prof. Rama.

Luego, con la presidencia del Dr. Jorge Batlle, el sucesor de Rama es el sociólogo Javier Bonilla, una persona que no se encontraba vinculado a la A.N.E.P, y que además había permanecido mucho tiempo fuera del país.

En una entrevista al politólogo Oscar Bottinelli, éste se refiera a Bonilla en los siguientes términos: “De la impronta de Rama a la incertidumbre de Bonilla”. En efecto la gestión de Bonilla, se caracteriza justamente por no contar con características destacables; por su parte, Bonilla, criticó a la llamada “Reforma Rama” de no ser tal, es decir que hablar de reforma (según Bonilla) es una exageración; además cuestiona y minimiza sus verdaderos alcances.

En el año 2005 se produce un cambio histórico en la vida política de nuestro país, por primera vez asume la izquierda el gobierno de la nación; en lo que respecta a la educación propiamente dicha, debemos señalar que hubo importantes cambios: con el fin de terminar con la brecha digital se implementa el llamado “Plan Ceibal”, consistente en dotar a todos los alumnos de educación primaria pública (en un principio) de una computadora; se aprueba una nueva ley de educación (Ley Nº 18.437) en donde se dota de una mayor libertad de cátedra a los docentes, se promueve a que el alumno desarrolle un espíritu crítico y sea partícipe, en forma más activa, de su formación; además se apunta a una mayor participación de la comunidad en temas educativos y una mayor interacción entre docentes, no docentes, padres y alumnos.

Desde el punto de vista de la estructura de la enseñanza, con la nueva ley, se reforman algunos consejos: el C.E.P (Consejo de Educación Primaria) pasa a ser el C.E.I.P (Consejo de Educación Inicial y Primaria), y el C.E.S (Consejo de Educación Secundaria) se divide en C.E.M.B (Consejo de Educación Media Básica) y C.E.M.S (Consejo de Educación Media Superior).
Se crean la C.O.M.I.N.E (Comisión Nacional de Educación), las Comisiones Consultivas, los Consejos de Participación, el Consejo Coordinador de Educación en la Primera Infancia, el I.U.D.E (Instituto Universitario de Educación), el I.T.S (Instituto Terciario Superior), las Comisiones Departamentales de Educación, el Consejo Nacional de Educación No Formal, y el Instituto Nacional de Evaluación Educativa, que tiene como principal objetivo evaluar la calidad de la educación nacional.

Ahora bien, nos encontramos nuevamente ante la incertidumbre, ya que de cara a una nueva legislatura; por un lado tenemos al Sr. José Mujica, que si bien pertenece al mismo partido político que el actual Presidente, Dr. Tabaré Vázquez, ya se ha pronunciado contrario, en muchos aspectos, con respecto a éste. Y por otro lado tenemos al Dr. Luis Alberto Lacalle, quien ha calificado a la nueva ley de educación, como una ley perjudicial para el país.

Reflexión Final

Según mi modesto modo de ver, quizá el principal problema de nuestra educación es el carecer de una visión de país; en el sistema educativo uruguayo lo único constante es el cambio.

Principalmente en las últimas décadas, en nuestro país, cuando culmina un determinado gobierno, el que le sucede se encarga de criticar al anterior y “borrar” lo hecho por éste; creyendo que lo útil es lo que esta por venir, y lo anteriormente realizado como algo descartable e inservible. A su vez los cambios realizados, muchas veces, están impregnados de egos personales que poco tienen que ver con una visión de país a largo plazo.

Otro aspecto cuestionable en nuestra educación, tal vez como herencia del positivismo europeo, es el hecho de que sólo se valora aquel conocimiento que sea medible, cuantificable y altamente especializado. No quiere decir que haya que prescindir de dicho conocimiento, sino todo lo contrario, hay que integrarlo para que no sea un conocimiento parcializado, fraccionado y aislado, que impida tener una visión global e integradora.

Por último, me quiero referir a otro “Talón de Aquiles” que se viene suscitando a lo largo de la historia en nuestro sistema educativo, que es la falta de adecuación de éste a las necesidades del país; es decir que existe una dicotomía muy grande entre el tipo de enseñanza impartida y las necesidades del país. Quizá esta última situación, se deba a una vieja costumbre rioplatense de “creernos europeos”.

José Carlos Arismendes Robatti
26/11/2009

jueves, 20 de agosto de 2009

“Tú tienes el reloj, yo tengo el tiempo”

Entrevista realizada por Víctor M. Amela a Moussa Ag Assarid






Moussa: - No sé mi edad: ¡Nací en el desierto del Sahara, sin papeles...! Nací en un campamento nómada Touareg entre Tombuctú y Gao, al norte de Malí. He sido pastor de los camellos, cabras, corderos y vacas de mi padre. Hoy estudio Gestión en la Universidad Montpellier. Estoy soltero. Defiendo a los pastores Touareg. Soy musulmán, sin fanatismo.

Víctor: - ¡Qué turbante tan hermoso...!

Moussa: - Es una fina tela de algodón: permite tapar la cara en el desierto cuando se levanta arena, y a la vez seguir viendo y respirando a su través.

Víctor: - Es de un azul bellísimo...

Moussa: - A los Touareg nos llamaban los hombres azules por esto: la tela destiñe algo y nuestra piel toma tintes azulados....

Víctor: - ¿Cómo elaboran ese intenso azul añil?

Moussa: - Con una planta llamada índigo, mezclada con otros pigmentos naturales. El azul, para los Touareg, es el color del mundo.

Víctor: - ¿Por qué?

Moussa: - Es el color dominante: el del cielo, el techo de nuestra casa.

Víctor: - ¿Quiénes son los Touareg?

Moussa: - Touareg significa abandonados, porque somos un viejo pueblo nómada del desierto, solitario, orgulloso: “señores del desierto”, nos llaman. Nuestra etnia es la amazigh (berebere), y nuestro alfabeto, el tifinagh.

Víctor: - ¿Cuántos son?

Moussa: - Unos tres millones, y la mayoría todavía nómadas. Pero la población decrece.... '¡Hace falta que un pueblo desaparezca para que sepamos que existía!', denunciaba una vez un sabio: Yo lucho por preservar este pueblo.

Víctor: - ¿A qué se dedican?

Moussa: - Pastoreamos rebaños de camellos, cabras, corderos, vacas y asnos en un reino de infinito y de silencio....

Víctor: - ¿De verdad tan silencioso es el desierto?

Moussa: - Si estás a solas en aquel silencio, oyes el latido de tu propio corazón. No hay mejor lugar para hallarse a uno mismo.

Víctor: - ¿Qué recuerdos de su niñez en el desierto conserva con mayor nitidez?

Moussa: - Me despierto con el sol. Ahí están las cabras de mi padre. Ellas nos dan leche y carne, nosotros las llevamos a donde hay agua y hierba.... Así hizo mi bisabuelo, y mi abuelo, y mi padre.... Y yo. ¡No había otra cosa en el mundo más que eso, y yo era muy feliz en él!

Víctor: - ¿Sí? No parece muy estimulante....

Moussa: - Mucho. A los siete años ya te dejan alejarte del campamento, para lo que te enseñan las cosas importantes: a olisquear el aire, escuchar, aguzar la vista, orientarte por el sol y las estrellas.... Y a dejarte llevar por el camello, si te pierdes: te llevará a donde hay agua.

Víctor: - Saber eso es valioso, sin duda....

Moussa: - Allí todo es simple y profundo. Hay muy pocas cosas, ¡y cada una tiene enorme valor!

Víctor: - Entonces este mundo y aquél son muy diferentes, ¿no?

Moussa: - Allí, cada pequeña cosa proporciona felicidad. Cada roce es valioso. ¡Sentimos una enorme alegría por el simple hecho de tocarnos, de estar juntos! Allí nadie sueña con llegar a ser, ¡porque cada uno ya es!

Víctor: - ¿Qué es lo que más le chocó en su primer viaje a Europa?

Moussa: - Vi correr a la gente por el aeropuerto.... ¡En el desierto sólo se corre si viene una tormenta de arena!. Me asusté, claro....

Víctor: - Sólo iban a buscar las maletas, ja, ja...

Moussa: - Sí, era eso. También vi carteles de chicas desnudas: ¿por qué esa falta de respeto hacia la mujer?, me pregunté.... Después, en el hotel Ibis, vi el primer grifo de mi vida: vi correr el agua.... y sentí ganas de llorar.

Víctor: - Qué abundancia, qué derroche, ¿no?

Moussa: - ¡Todos los días de mi vida habían consistido en buscar agua! Cuando veo las fuentes de adorno aquí y allá, aún sigo sintiendo dentro un dolor tan inmenso...

Víctor: - ¿Tanto como eso?

Moussa: - Sí. A principios de los 90 hubo una gran sequía, murieron los animales, caímos enfermos.... Yo tendría unos doce años, y mi madre murió.... ¡Ella lo era todo para mí! Me contaba historias y me enseñó a contarlas bien. Me enseñó a ser yo mismo.

Víctor: - ¿Qué pasó con su familia?

Moussa: - Convencí a mi padre de que me dejase ir a la escuela. Casi cada día yo caminaba quince kilómetros. Hasta que el maestro me dejó una cama para dormir, y una señora me daba de comer al pasar ante su casa.... Entendí: mi madre estaba ayudándome....

Víctor: - ¿De dónde salió esa pasión por la escuela?

Moussa: - De que un par de años antes había pasado por el campamento el rally París-Dakar, y a una periodista se le cayó un libro de la mochila. Lo recogí y se lo di. Me lo regaló y me habló de aquel libro: El Principito. Y yo me prometí que un día sería capaz de leerlo....

Víctor: - Y lo logró.

Moussa: - Sí. Y así fue como logré una beca para estudiar en Francia.

Víctor: - ¡Un Touareg en la universidad...!

Moussa: - Ah, lo que más añoro aquí es la leche de camella.... Y el fuego de leña. Y caminar descalzo sobre la arena cálida. Y las estrellas: allí las miramos cada noche, y cada estrella es distinta de otra, como es distinta cada cabra.... Aquí, por la noche, miráis la tele.

Víctor: - Sí.... ¿Qué es lo que peor le parece de aquí?

Moussa: - Tenéis de todo, pero no os basta. Os quejáis. ¡En Francia se pasan la vida quejándose! Os encadenáis de por vida a un banco, y hay ansia de poseer, frenesí, prisa.... En el desierto no hay atascos, ¿y sabe por qué? ¡Porque allí nadie quiere adelantar a nadie!

Víctor: - Reláteme un momento de felicidad intensa en su lejano desierto.

Moussa: - Es cada día, dos horas antes de la puesta del sol: baja el calor, y el frío no ha llegado, y hombres y animales regresan lentamente al campamento y sus perfiles se recortan en un cielo rosa, azul, rojo, amarillo, verde....

Víctor: - Fascinante, desde luego....

Moussa: - Es un momento mágico.... Entramos todos en la tienda y hervimos té. Sentados, en silencio, escuchamos el hervor.... La calma nos invade a todos: los latidos del corazón se acompasan al pitpit del hervor....

Víctor: - Qué paz....

Moussa: - Aquí tenéis reloj, allí tenemos tiempo....

jueves, 20 de noviembre de 2008

Conocimiento: Paradigma Cuantitativo Vs. Paradigma Cualitativo


¿De qué hablamos cuando hablamos de un paradigma?

Un paradigma, es un tipo o modelo que rige en un determinado período de tiempo, es decir una postura o manera de ver las cosas que caracteriza un determinado tiempo histórico (aunque pueden convivir más de un paradigma en un determinado tiempo histórico).

Es por ello que resulta menester, a la hora de referirnos a los desafíos actuales del conocimiento, y de la sociedad en general, hacer una contraposición entre la era de la globalización con su paradigma cuantitativo, y la nueva era planetaria, a la que Morin llama “planetización”, con su paradigma cualitativo integrador o paradigma de la complejidad.

Como origen del paradigma cuantitativo, tenemos que retrotraernos a la figura de Descartes con su “Discurso del Método”, y al positivismo en general.
Descartes propone un nuevo método para llegar a conocer, mediante la “razón todopoderosa”, la “verdad” de cómo son las cosas; dicho método supone hacer una fragmentación del conocimiento, en donde se estudian parte por parte cada uno de sus elementos de forma independiente y separada.

Por su parte el positivismo consideraba, y aun hoy se sigue considerando en muchos aspectos, que sólo tiene validez aquel saber que sea cuantificable, medible y con una marcada hiperespecialización.

Dicha hiperespecialización, fomentada por un sistema educativo que induce a reducir lo complejo a lo simple, produce una parcelización y fragmentación del saber en disciplinas compartimentadas y disociadas entre sí, y del entorno al cual pertenece.

Pero como vivimos en un mundo con problemas complejos y transnacionales que exigen ser abordados desde una perspectiva multidimensional y pluridisciplinaria, ya no es viable, si es que alguna vez lo fue, abordar los problemas del mundo desde un paradigma obsoleto e incapaz de ver lo esencial y profundo.

Resulta innegable un cambio de paradigma en donde se aborden los problemas, que el positivismo fue incapaz de ver y mucho menos solucionar, desde una perspectiva multidimensional e integradora; que lejos de separar lo que naturalmente está unido, se preocupe por no “romper” lo complejo del mundo y busque un conocimiento global.

Un paradigma cualitativo con un enfoque sistémico y totalizador, que considere los problemas actuales de la sociedad, desde una perspectiva interpretativa de la realidad con toda su complejidad; ya que aquel saber que sólo se circunscribe a una o unas determinadas disciplinas convierte lo multidimensional en unidimensional, impidiendo así una comprensión global y acabada del mundo; se vuelve “ciego”.

Ha quedado pues en franca evidencia las falencias del conocimiento científico, no es (como ya lo demostraran Popper y Bachelard) infalible, ni mucho menos la cura para todos los males. Lo que no quiere decir que haya que prescindir de éste, sino todo lo contrario hay que integrarlo dentro de un nuevo pensamiento complejo; pensamiento complejo que distingue y une, pero que nunca sea un pensamiento disyuntivo y reduccionista.

El sistema educativo debe reestructurarse de una manera tal que permita al individuo una formación integradora, y no una suerte de saco o baúl en donde se depositan informaciones (saberes).

Morin y Montaigne, nos hablan de ello cuando nos dicen que “vale más una cabeza bien puesta que una repleta”, es decir que es mucho más importante disponer de una aptitud general para plantear y analizar problemas, mediante principios organizadores que permitan vincular los saberes y darles sentido; que una cabeza repleta en donde se ha acumulado información, pero no se cuenta con un principio de selección y de organización que le otorguen sentido y unidad a dicha información.

A modo de cierre, me gustaría profundizar un poco más sobre el concepto de era planetaria a la que Morin hace referencia; la misma no debe confundirse con la era de la globalización, puesto que va mucho más allá que ésta (globalización).

La globalización, si bien produjo importantes adelantos, trajo consigo la desigualdad y la exclusión social; así como un enfoque reduccionista y simplificado.

La era planetaria en cambio, supone (como ya vimos) un enfoque de la complejidad; una nueva conciencia de corresponsabilidad planetaria y una nueva actitud a la hora de afrontar los problemas contemporáneos. Problemas tales como la educación, la economía, la ecología, etc.


José Carlos Arismendes Robatti

miércoles, 2 de julio de 2008

"UNA EXCUSA: EL HOMBRE DEL TROMBÓM"

Resumen: “UNA EXCUSA: EL HOMBRE DEL TROMBÓN”
(de Roberto Arlt)

Arlt tiene sólo 25 minutos para escribir una nota para el periódico donde trabaja.

Su vecino, un aplicado músico, será su inspirador y tema principal de su nota. Arlt duda, en un primer momento, si el “hombre del trombón” es un argumento relevante para su nota, pues tan grotesco instrumento le recuerda e gentes con trabajos y vidas mundanos (“trabajos inútiles”).

En realidad el tema no es el problema, sino el poco tiempo que le queda. Él, Arlt, se había dejado estar y ahora se veía desbordado por la urgencia. Si le hubiese hecho caso a su jefe que siempre le aconseja que deje su nota adelantada; pero no, siempre encuentra algún motivo para dejarla para último momento.

Arlt, sorprendido de si mismo, se cuestiona por su desidia personal; no sólo por haber tardado tanto tiempo para hacer la nota, sino por haber pospuesto otros proyectos personales dejando pasar el tiempo (“Durante 30 años me he tirado a muerto…, y ahora estoy con un delirium tremens de frenesí atlético”).

Entre lamentos y reproches hacia si mismo, el tiempo transcurre y ya esta a punto de terminar su nota.

Sentado frente a su escritorio, con la correspondencia aún sin abrir, reflexiona sobre lo lindo del oficio de escritor; sobre todo si se tiene un jefe indulgente que lo presenta a las visitas con una voz paternal y con una particular elocuencia de: “El atorrante Roberto Arlt gran escritor”


José Carlos Arismendes Robatti